0140_Federico Noriega Acosta. A un sacerdote que hacía juego de manos
Federico Noriega Acosta 12º
A UN SACERDOTE QUE HACIA
JUEGOS DE MANOS
Prestidigitador de alma sencilla
en sus ágiles dedos la destreza,
la magia, la ilusión y la belleza
buscando la inocente maravilla.
Y en su vida normal y cotidiana
sacerdote ejemplar, siempre al servicio
de cuanto exige amor y sacrificio
al que ha de predicar con la sotana.
Y Dios quiso también al prestimano
y en sus ágiles dedos se levanta
en la forma sublime de Hostia Santa,
el camino divino que en lo humano,
mueve a hacer realidad la fantasía
de un milagro y verdad: la Eucaristía.
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